No es raro escuchar que todos hablan del “trabajo en equipo”. ¿Pero qué significa realmente? Es mucho más que trabajar “en grupo”. No se trata solamente de responsabilidades repartidas entre varios. Un equipo trabaja unido, esforzándose por una meta en común, dirigiéndose hacia un mismo norte. Para hacerlo, cada parte del equipo aporta sus mejores aptitudes, volviéndose uno solo, fuerte y consolidado. Así, trabajando auténticamente en equipo, se consiguen resultados más eficientes.
La clave, entonces, está en trabajar juntos, pero sobre todo aprendiendo unos de otros, teniendo la meta común bien clara. Una buena forma de lograr un equipo exitoso es conociendo las fortalezas de sus miembros.
Como ejercicio, haz una lista de tus amigos y al lado de sus nombres escribe una cualidad que crees que tengan y que podría ser aprovechada por todo el grupo para una meta que tengan. Guarda la lista: ¡puede serte útil más adelante!
También haz una lista de tus propias cualidades, esas características que consideras tus fortalezas. Pregúntate qué tienes tú para ofrecerle a tu equipo, sea familiar, de amigos o de negocios. De esta manera lo tendrás presente y sabrás qué aportar cuando te necesiten.
¡Recuerda que todas las piezas de una máquina son importantes y juntas logran que funcione!
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